La Roqueta (Valencia)

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La Roqueta

La Roqueta, también conocido como Convent de Jerusalem, es un barrio central de Valencia. Con una edificación de ensanche popular o modesto se encuentra entre los barrios pequeños de la ciudad. A 1 de enero de 2022 contaba con una población de 4.545 personas, muy lejos de las 41.868 de Benicalap, el más poblado, o de otros como Russafa (23.735), Els Orriols (16.750) o El Cabanyal-Canyamelar (19.204). En su vertiente oriental transpira la actividad y tránsito de viajeros de la Estació del Nord, principal estación de trenes de la ciudad y declarada Bien de Interés Cultural. El barrio cuenta con otros espacios emblemáticos como el Trinquet de Pelayo, catedral de la pelota valenciana, o la falla Convento Jerusalén – Matemático Marzal, una de las habituales candidatas al primer premio de la sección especial. En uno de los extremos del barrio, aunque englobado actualmente en el barrio contiguo, se encuentra el antiguo convento de Sant Vicent de La Roqueta.

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Como en el resto de la ciudad, con el inicio del siglo XXI se produjo un rápido incremento de población inmigrante. Aunque por el tamaño del barrio las cifras absolutas son modestas en términos de concentración y de visibilidad La Roqueta se ha ido configurando como uno de los “barrios de inmigración” en Valencia. La población extranjera representa actualmente un 23,9% del vecindario total, muy por encima de la media de la ciudad (14,9%).

En un primer momento la inmigración en el barrio estuvo protagonizada principalmente por población latinoamericana. En 2002 las principales nacionalidades eran Ecuador (43%), Colombia (7,8%), Bolivia (5,4%) y China (4,7%). Hacia el final de la década se incrementaría la población boliviana que en 2007 representaba el 33,8%. Progresivamente cobró relevancia la inmigración china que por su concentración y visibilidad en la actividad económica del barrio, con abundancia de comercio, hostelería y otras actividades profesionales, se ha convertido en un elemento identificativo del mismo. En la actualidad la comunidad china es el principal colectivo de extranjeros en La Roqueta, con un 26,1% del total, siendo el barrio de la ciudad con una mayor concentración. Le siguen los nacionales de Italia (10%), Colombia (5,1%) y Reino Unido (4,9%). Aunque en menor medida que a principio de siglo la población latinoamericana sigue teniendo una presencia importante en el barrio, especialmente en la zona sur, con diferentes locales de hostelería y alimentación.

La abundancia de comercio étnico y hostelería china, aunque también de otras nacionalidades, lo han popularizado como el “barrio chino” Ha contribuido a este imaginario la celebración desde 2012 del año nuevo chino, que tiene como acto central una cabalgata festiva que atraviesa el barrio y se prolonga hasta la cercana plaza del ayuntamiento.


A diferencia de otros barrios de inmigración, y como ocurre también en el vecino barrio de Russafa, La Roqueta es percibido como un espacio cosmopolita, frecuentado por vecinos y turistas, en el que comprar productos asiáticos y hacer una parada en sus restaurantes o take-away. En esta línea, en el marco de los presupuestos participativos Decidim VLC 20-21, surgió la propuesta de instalación de un arco chino, del estilo de los existentes en otras ciudades, con el objetivo de reforzar el interés turístico del barrio y la imagen de Valencia como ciudad cosmopolita. Esta iniciativa generó el rechazo de parte del vecindario y de actores locales que vieron en ella una descontextualización o pérdida de la identidad tradicional del barrio. Al año siguiente la Federación de Pilota Valenciana presentó la propuesta alternativa de un paseo de la pelota valenciana que incluía un arco de entrada formado por las manos de dos pelotaris en el lugar donde se proponía el arco chino. Posteriormente se ha anunciado la instalación de un hito que aglutine la diversidad cultural del barrio.


Más allá de esta polémica en lo cotidiano La Roqueta es un barrio en el que se respira una convivencia tranquila. Con una trama asociativa poco densa, las reivindicaciones barriales parecen girar sobre todo en torno a mejoras de urbanización (peatonalización, aparcamiento, parques y zonas verdes), la turistificación creciente, las molestias relacionadas con el ocio nocturno en una parte del barrio, o la conciliación del día a día del vecindario con el boom que supone la semana fallera, con gran afluencia de visitantes y transformación de las calles. Demandas centradas en definitiva en la idea de un barrio para vivir. La Roqueta es un barrio dinámico con una tasa de actividad cuatro puntos por encima de la tasa de actividad de la ciudad. Tiene una población activa de 2.455 personas, de las que aproximadamente una quinta parte lo son a tiempo parcial. El 72,88% se encuentra ocupada en el sector servicios con un peso importante de la hostelería.

Aunque pequeño La Roqueta no es un barrio homogéneo. A nivel de renta media por hogar existen diferencias significativas entre secciones censales. La zona más al oeste tiene un nivel de renta algo superior mientras que la sección censal que linda con la estación de trenes, presenta un nivel de renta más bajo y es la única que se sitúa ligeramente por debajo de la media de la ciudad. Es precisamente en esta zona donde se concentra la mayor parte de la hostelería y comercio étnico. En la zona oeste la fisonomía del barrio cambia y contrasta la tranquilidad de las calles peatonales y con pocas tiendas. Un poco más al oeste se confunde ya con el resto de la ciudad.

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La Roqueta

La Roqueta, también conocido como Convent de Jerusalem, es un barrio central de Valencia. Con una edificación de ensanche popular o modesto se encuentra entre los barrios pequeños de la ciudad. A 1 de enero de 2022 contaba con una población de 4.545 personas, muy lejos de las 41.868 de Benicalap, el más poblado, o de otros como Russafa (23.735), Els Orriols (16.750) o El Cabanyal-Canyamelar (19.204). En su vertiente oriental transpira la actividad y tránsito de viajeros de la Estació del Nord, principal estación de trenes de la ciudad y declarada Bien de Interés Cultural. El barrio cuenta con otros espacios emblemáticos como el Trinquet de Pelayo, catedral de la pelota valenciana, o la falla Convento Jerusalén – Matemático Marzal, una de las habituales candidatas al primer premio de la sección especial. En uno de los extremos del barrio, aunque englobado actualmente en el barrio contiguo, se encuentra el antiguo convento de Sant Vicent de La Roqueta.

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Como en el resto de la ciudad, con el inicio del siglo XXI se produjo un rápido incremento de población inmigrante. Aunque por el tamaño del barrio las cifras absolutas son modestas en términos de concentración y de visibilidad La Roqueta se ha ido configurando como uno de los “barrios de inmigración” en Valencia. La población extranjera representa actualmente un 23,9% del vecindario total, muy por encima de la media de la ciudad (14,9%).

En un primer momento la inmigración en el barrio estuvo protagonizada principalmente por población latinoamericana. En 2002 las principales nacionalidades eran Ecuador (43%), Colombia (7,8%), Bolivia (5,4%) y China (4,7%). Hacia el final de la década se incrementaría la población boliviana que en 2007 representaba el 33,8%. Progresivamente cobró relevancia la inmigración china que por su concentración y visibilidad en la actividad económica del barrio, con abundancia de comercio, hostelería y otras actividades profesionales, se ha convertido en un elemento identificativo del mismo. En la actualidad la comunidad china es el principal colectivo de extranjeros en La Roqueta, con un 26,1% del total, siendo el barrio de la ciudad con una mayor concentración. Le siguen los nacionales de Italia (10%), Colombia (5,1%) y Reino Unido (4,9%). Aunque en menor medida que a principio de siglo la población latinoamericana sigue teniendo una presencia importante en el barrio, especialmente en la zona sur, con diferentes locales de hostelería y alimentación.

La abundancia de comercio étnico y hostelería china, aunque también de otras nacionalidades, lo han popularizado como el “barrio chino” Ha contribuido a este imaginario la celebración desde 2012 del año nuevo chino, que tiene como acto central una cabalgata festiva que atraviesa el barrio y se prolonga hasta la cercana plaza del ayuntamiento.


A diferencia de otros barrios de inmigración, y como ocurre también en el vecino barrio de Russafa, La Roqueta es percibido como un espacio cosmopolita, frecuentado por vecinos y turistas, en el que comprar productos asiáticos y hacer una parada en sus restaurantes o take-away. En esta línea, en el marco de los presupuestos participativos Decidim VLC 20-21, surgió la propuesta de instalación de un arco chino, del estilo de los existentes en otras ciudades, con el objetivo de reforzar el interés turístico del barrio y la imagen de Valencia como ciudad cosmopolita. Esta iniciativa generó el rechazo de parte del vecindario y de actores locales que vieron en ella una descontextualización o pérdida de la identidad tradicional del barrio.

Al año siguiente la Federación de Pilota Valenciana presentó la propuesta alternativa de un paseo de la pelota valenciana que incluía un arco de entrada formado por las manos de dos pelotaris en el lugar donde se proponía el arco chino. Posteriormente se ha anunciado la instalación de un hito que aglutine la diversidad cultural del barrio.
Más allá de esta polémica en lo cotidiano La Roqueta es un barrio en el que se respira una convivencia tranquila. Con una trama asociativa poco densa, las reivindicaciones barriales parecen girar sobre todo en torno a mejoras de urbanización (peatonalización, aparcamiento, parques y zonas verdes), la turistificación creciente, las molestias relacionadas con el ocio nocturno en una parte del barrio, o la conciliación del día a día del vecindario con el boom que supone la semana fallera, con gran afluencia de visitantes y transformación de las calles. Demandas centradas en definitiva en la idea de un barrio para vivir. La Roqueta es un barrio dinámico con una tasa de actividad cuatro puntos por encima de la tasa de actividad de la ciudad. Tiene una población activa de 2.455 personas, de las que aproximadamente una quinta parte lo son a tiempo parcial. El 72,88% se encuentra ocupada en el sector servicios con un peso importante de la hostelería.

Aunque pequeño La Roqueta no es un barrio homogéneo. A nivel de renta media por hogar existen diferencias significativas entre secciones censales. La zona más al oeste tiene un nivel de renta algo superior mientras que la sección censal que linda con la estación de trenes, presenta un nivel de renta más bajo y es la única que se sitúa ligeramente por debajo de la media de la ciudad. Es precisamente en esta zona donde se concentra la mayor parte de la hostelería y comercio étnico. En la zona oeste la fisonomía del barrio cambia y contrasta la tranquilidad de las calles peatonales y con pocas tiendas. Un poco más al oeste se confunde ya con el resto de la ciudad.

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